Por Alexis J. Guerra C.
Tomado del Diario El Impulso.
Tomado del Diario El Impulso.
Para quien haya seguido de cerca los acontecimientos y el transcurrir del quehacer universitario en los últimos años en una Institución que fue tenida como modelo y referencia nacional e internacional de la educación politécnica, el interrogante que acá se formula tiene plena vigencia y cobra validez afirmativa en la medida en la cual, la crisis que padece se ha venido acentuando y tornado casi irresoluble. Hay males que duran cien días y Centros de Estudios Superiores que los resisten.
Para quien se interese por hurgar en los orígenes y en las causas de esa crisis, las propias páginas de este Diario pueden servirle de referencia hemerográfica por la cantidad valiosa de sucesos y opiniones que al respecto registra la historiografía de una institución relevante para el desarrollo y la identidad regional. Esa memoria guarda testimonios que van desde aquellos que se asocian con la desvirtuación del modelo inicial, la masificación, el electoralismo, hasta llegar al punto de inflexión actual representada - a nuestro modo de ver - por un rasgo característico de la gestión de buena parte de los organismos que conforman la Administración Pública y el Estado: la incompetencia generalizada.
Como es sabido, la competencia no sólo está relacionada con la facultad, atribución y función que legalmente pueden tener los órganos públicos y sus directivos, en su esfera o ámbito de acción, sino también con la capacidad para atender y solventar las demandas de la ciudadanía, más aún cuando se trata de un problema de orden público, por las implicaciones que el mismo reviste y va adquiriendo en medio de la conflictividad social que pueda generar.
Esa competencia puede ser entendida en el marco de una perspectiva de análisis más amplia, asociada al campo de las denominadas ciencias que estudian el gobierno, la cual actualmente remite a considerar el tema - problema de la capacidad y eficacia directiva de los gobiernos. De allí que se aluda entonces a la noción de validez directiva, competencia directiva o, si se quiere “legitimidad por resultados”.
El caso de la UNEXPO constituye sin lugar a dudas un ejemplo de desgobierno social en el cual se pone de manifiesto que los distintos organismos de la Administración Pública involucrados directa o indirectamente en el problema, mas que solucionarlo lo que han hecho es agravarlo.
El gobierno, la acción de gobernar, la gestión de una universidad, junto con la del resto de las instituciones públicas, quiéranlo o no los servidores públicos, electos o designados para ejercer el arte, la técnica y la ciencia de gobernar, está hoy más que nunca sujeta al escrutinio de la comunidad universitaria, del funcionariado público y de la colectividad, en general. La improductividad, la anomia, la infracción, la impunidad, el desencanto, la negligencia, entre otros factores, conspiran contra la vigencia de las instituciones. De esta manera, la incompetencia generalizada se hace visible.
Ha dicho un especialista en el tema que la gobernación/ gobernanza se ha convertido en un problema cognoscitivo y preocupación ciudadana, en parte por la percepción social negativa de la Administración Pública derivada de servicios públicos de baja calidad, por sus regulaciones y trámites excesivos e innecesarios que obstaculizan las iniciativas de la sociedad económica, civil y las del gobierno mismo, por políticas públicas desarticuladas e ineficaces y, en el fondo, por ser una organización administrativa no “costoeficiente”. (Luis F. Aguliar, dixit).
Es de reconocer que se han realizado esfuerzos por parte de diferentes instancias administrativas y académicas, universitarias y extrauniversitarias, sin que se produzcan resultados positivos. Entre alegatos de defensa y acusatoria por parte de los sectores involucrados, las acciones transcurren sin efectividad alguna.
Alguien que desconozca la problemática en sus raíces le resultaría sorprendente la exigencia formulada en el aviso de la convocatoria a la concentración frente a la Gobernación del Estado Lara, firmada por la Comunidad Unexpista: “Exigirle al Primer Mandatario Regional y a las Instituciones Jurisdiccionales, que nos devuelvan las instalaciones de nuestra universidad secuestrada desde hace más de 70 días y se nos garantice el derecho al trabajo, al estudio y a la libre circulación”. Obviamente, por los planteamientos que esbozamos y el fracaso de las técnicas de negociación y resolución de conflicto, hasta ahora, la situación es harto compleja. El deterioro institucional acumulado tiene pocos dolientes.
El nuevo formato de gobernabilidad requiere para el ejercicio y el análisis de la gestión pública, tanto el componente político- institucional como el componente científico-tecnológico-organizativo-gerencial y, en ese plan de estudios, el gobierno universitario y el gobierno regional, al igual que la dirigencia estudiantil, pareciese que están lejos de aprobar la materia.
0 comentarios:
Publicar un comentario